Escritura para aceptar, cambiar, vivir
La escritura es un recurso con el que fortalecer el Deseo en su sentido universal, el deseo que alimenta la esperanza, que infunde valor y que propicia el cambio. Y no hay camino hacia el Deseo que no pase por el espacio de la intimidad: la intimidad como burbuja en la que despojarnos de aquello que no nos pertenece, oportunidad de ser libres, y de mirarnos aceptando lo que somos, con nuestro potencial y nuestra sombra.
Y tanto para la intimidad como para el deseo la escritura es una herramienta de gran utilidad.
Porque permite parar la congestión mental, ordenar y establecer su tráfico fluido; ayuda a concretar y definir, tanto lo que somos como a lo que queremos llegar a ser; nos ayuda a escucharnos a nosotrxs mismxs, y a generar historias de los acontecimientos relevantes que vivimos. No somos ordenadores, no podemos integrar datos dispersos; necesitamos enlazar los sucesos externos con respuestas internas, causas y consecuencias.
No solo terapéutico
Y en la medida en que vamos dando pasos, letra a letra, palabra a palabra, línea a línea, párrafo a párrafo, descubrimos no sólo que nuestra vida deja de ser un muro para integrarse en el camino de subidas y bajadas que es, sino que también emerge un universo con lenguaje, estilo y figuras propias, nuestra propia creatividad.
La valía de esto puede pasar desapercibida. Pero la propia creatividad es la energía en bruto imprescindible para embarcarse en un nuevo capítulo escrito en primera persona: ya sea como artista profesional o como actitud vital. Las técnicas, teorías y estructuras permiten pulir el diamante, pero, solo con ellas adornaremos una imitación, una falsificación, una obra que no nos enriquecerá internamente salvo al narcisismo. Para que cualquier creación nos nutra, necesitamos que surja de la creatividad.
1 Comment
Leave your reply.