Entras en una biblioteca y permites que tu peque deambule libremente, ojeando aquellos libros que más le llamen la atención: títulos con gancho, ilustraciones atractivas, sinopsis que atrapen… Lo esencial es que explore el proceso de elección. Que descubra cuáles son sus intereses, sus gustos y preferencias. Elegir por su cuenta le llevará a libros que le gusten y a libros que no, el resultado quizás no cambie; la diferencia es que empezará a desarrollar su propio criterio, a fortalecer el músculo de la toma de decisiones (en un ámbito en el que las decisiones no conllevan riesgos para la integridad física), y a aceptar que podrá acertar y equivocarse.
Esa libertad, ese permiso para que elijan lo que les guste leer es la manera de permitir que lxs niñxs se apasionen con la lectura, disfruten con ella, abriéndose a otros mundos, otras percepciones y una comprensión más diversa de la vida, además de desarrollar su imaginación y mejorar sus habilidades lingüísticas. Como dice Jorge Luis Borges, «el verbo leer no soporta el modo imperativo». La libertad de elegir, por tanto, es un trampolín extraordinario hacia el placer de leer; eso y un ambiente donde la familia y personas cercanas también lean.
La cita original de Borges incluye, junto a leer, los verbos amar y soñar, los cuales tampoco aceptaban el modo imperativo. Amar y soñar también surgen desde dentro, desde un impulso genuino y libre. Si se exigen, no existen, no se dan. Y si no hay amor ni sueños, ¿qué sentido tiene la vida?
(Silencio de bosque de libros.)
Ahora utilicemos la biblioteca como una metáfora del momento presente en nuestras vidas. Estamos en septiembre, mes de inicio de curso y en el que, quien puede, aprovecha para apuntarse a actividades de distinto tipo: deporte, idiomas, música, cuerpo, creatividad… Eso más las obligaciones de cada cual: familia, trabajo, estudios, etc.
Imagina que las responsabilidades y actividades que ocupan tu semana, mes, trimestre… componen la pila de libros que te vas a llevar de la biblioteca. ¿Cuántos de ellos responden a un deseo genuino de empezar a leerlos? ¿Cuántos despiertan en ti placer por llevártelos? ¿Cuántos te apasionan? ¿Hay al menos uno que nazca de los gustos, inquietudes y sueños que albergas en tu interior? ¿Te entran dudas de si es tu propio gusto o más bien responde a los gustos de quienes te impusieron su modo de elegir, sin darte espacio a explorar el tuyo?
Si tienes la sensación de que los «libros» de este próximo curso no te generan el más mínimo interés, ni parece que los vayas a disfrutar, entonces «lees» por imperativo, «lees» sin disfrutar de la lectura (según Borges, ¿eso no sería lectura?). Si esto es así, quizás puede que también ames por imperativo y sueñes por imperativo; en otras palabras, ni ames, ni sueñes. Soy provocativamente taxativo, a sabiendas de que estas cuestiones no son blanco o negro, sino que los extremos forman parte de una polaridad en la que de nosotrxs depende hacia dónde nos desplazamos, hacia qué extremo: ¿soñar o no soñar? ¿amar o no amar? ¿leer o no leer? Desear o no desear. De nuevo, un dilema.
No son tus hijxs, nietxs, alumnxs… con quienes puedes aplicar el fortalecimiento de la propia elección. Es en ti donde debes empezar. ¿Qué necesitas? ¿Qué deseas? ¿Qué quieres? Si son preguntas que te generan mucha angustia y bloqueo, quizás te puede venir bien una terapia. Los procesos en la terapia gestalt son un camino hacia el restablecimiento de la espontaneidad perdida, esx peque interior que no tuvo ocasión para descubrir lo que quería, sus gustos, su talento innato. A veces la libertad se arranca de forma encubierta, a través de una manipulación sutil, y resulta aún más difícil tomar conciencia de ello, pese a que la evidencia nos dice que nos aburrimos, deprimimos o desvitalizamos con el día a día del que nos rodeamos.
Cuida tu peque interior en la lectura, el amor y los sueños. Solo así podrás vibrar con la vida. Solo así vivirás en la vida.
Sugerencias para aprender a elegir:
– hay pequeños trucos para contactar con tus deseos, uno de los puntos de referencia para las elecciones: si te quedara una semana de vida, ¿qué harías? Quizás no puedas viajar ahora a Nueva York (si esa fuese tu respuesta), pero sí cogerte un documental sobre la Gran Manzana, un libro con imágenes de la ciudad, una novela que transcurre allí, ¡o una guía de viajes de Nueva York para empezar a preparar tu sueño!
– ¿Sabes cuáles son los cinco remordimientos más habituales antes de morir? Ya hablé hace un tiempo del libro de Bronnie Ware Los cinco mandamientos para tener una vida plena (Ed. Clave debolsillo). Ware es una enfermera australiana especialista en cuidados paliativos que recopiló los remordimientos vitales que más se repetían entre lxs pacientes a quienes acompañó. ¿Adivinas el primero? «Ojalá hubiese tenido el coraje de vivir la vida que yo quería y no la que los demás esperaban de mí». El segundo tampoco está mal: «Ojalá no hubiese trabajado tanto».
– acentúa la percepción de lo que te resulta desagradable. Una de las primeras capacidades de lxs bebés es diferenciar entre lo que les resulta agradable y desagradable. Esa capacidad también está en ti, en forma de sensaciones internas. Cuando una situación o elección nos resulta desagradable surgen molestias en la cabeza, cuello, pecho, tripas… El lenguaje emocional habla a través del organismo, atiéndelo. ¿Qué hacer cuando notas una sensación corporal desagradable y no sabes a qué responde? Escribe como si fueses la propia sensación, dale voz: «soy un nudo en la garganta y estoy aquí porque…». No pienses en este ejercicio. Hazlo. Descubrirás que el bolígrafo y el papel te van a llevar más allá de las formulaciones que a priori pueda elaborar tu mente. También puedes pintar la sensación o expresarla a través de otra forma artística. Descubre cuál te resulta más beneficiosa. Ahora, no te lo pongas muy difícil. Escribir y dibujar son dos habilidades para las que casi todas las personas estamos capacitadas.
– pequeñas elecciones. Si te resulta difícil explorar la libertad de elegir, empieza por cuestiones cotidianas de poca relevancia (al menos en sus consecuencias): ¿qué ropa interior te vas a poner hoy? Te puede parecer trivial, y precisamente por eso es un campo magnífico para ejercitar tu músculo de la elección. Mañana tendrás una ocasión estupenda para elegir la ropa interior que más te guste, o que más cómoda te resulte… Descubre cómo cambia el resultado de tu elección en función del criterio que adoptes. Si siempre te riges por el mismo, prueba a elegir otro. Lo mismo puedes aplicarlo en el supermercado, al zapear viendo la televisión o al realizar el trayecto de todos los días. ¿Y si mañana pruebas por una opción distinta? La experiencia de variedad te permitirá reconocer más claramente tus gustos, necesidades y preferencias.
– cambia el paradigma. En la película Matrix, Morfeo daba a elegir a Neo entre la pastilla azul y la pastilla roja. Solo podía elegir entre una de las dos. En realidad, existe una posibilidad más: no elegir nada. Si no haces cambios en tu vida y te sientes estancadx, contempla este escenario como uno en el que eliges permanecer. Evidentemente existen obligaciones difíciles de soltar, quizás porque las consecuencias se perciben como aún peores. En esas situaciones, es importante mirar el escenario interno, tu vivencia de la experiencia. Puede que pienses que solo hay una manera de vivir ese momento. Lo más seguro es que no sea así.
– peques más libres. Ahora sí, una vez hayas empezado a ocuparte de ti, si tienes hijxs o convives y te relacionas con peques, ayuda a cambiar este mundo propiciando en ellxs una experiencia de libertad, que construyan su criterio propio y fortalezcan su autoestima. ¿Cómo? Genera experiencias donde puedan elegir: los libros que leen, ropa, actividades extraescolares… La felicidad se consigue con el coraje para vivir la vida que unx decide. Bastantes se han lamentado de no haberlo tenido en vida. Siembra el coraje de elegir por unx mismx.
Foto principal de Stephen Cleary
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