Si aprendimos a «enfermar» (volvernos neuróticxs) a través de las relaciones con la familia, ¿qué mejor que un espacio compartido con otras personas donde explorar un encuentro más saludable con lxs demás, con el mundo y, en definitiva, contigo? El grupo se ha demostrado como un espacio inigualable para el crecimiento personal, donde la posibilidad de darse cuenta de lo que a unx le ocurre ante múltiples situaciones (posibilitadas por las diferencias entre las personas que pertenecen al grupo) propicia una oportunidad única: probar en el mismo instante una respuesta espontánea nueva, diferente a la que veníamos utilizando en la cotidianeidad y que vivíamos como limitante.
Introducirse en la terapia grupal implica aventurarse a un espacio donde vas a poder reconocerte en las experiencias de otrxs, y también descubrir actitudes que desconocías de ti, y que o bien anhelabas o quizá te resultan desagradables y mantenías ocultas. El grupo te ofrece la oportunidad de ampliar la conciencia sobre quién eres, cuál es tu identidad, tus deseos, tus necesidades, tus sentimientos y pensamientos… Percatarte de tu ternura y de tu agresividad, de la propia existencia en la acción y en la reflexión. E igualmente el grupo desarrolla la capacidad de observar a lxs demás con mayor claridad y profundidad, contemplar la complejidad del ser humano. Y es desde esta mayor conciencia, de donde puede surgir un nuevo encuentro más respetuoso contigo y con lxs otrxs.
La terapia gestalt grupal plantea con nitidez la facilidad y dificultad que cada persona tiene para establecer el contacto con otrxs y retirarse, la oportunidad para aprender a ocuparse primero de unx y vivir el encuentro con el mundo sin que automáticamente suponga una carga. De la misma manera que ofrece un entrenamiento en los límites, también ayuda a aflojar las rígidas armaduras de quienes, por temor al daño, no se permiten necesitar de lxs demás.
La gestalt grupal también ayuda a sanar la herida con la vida, si ésta es percibida como una experiencia desapacible hasta el punto de que desaparece, en palabras de Claudio Naranjo, «la confianza en la rectitud de la naturaleza». El grupo, por tanto, permite reestablecer la mirada donde cabe la autorregulación organísmica, una visión de la vida que Paco Peñarrubia describe en su libro ‘Círculo y centro: el grupo gestáltico’ como una posición filosófica optimista donde «todo sigue una buena orientación, aunque no siempre lo parezca o no siempre lo entendamos».
En definitiva, la gestalt grupal es una experiencia privilegiada de vida y a la vez un laboratorio de vida, una oportunidad a la experimentación de la vida donde transformarte y recuperar la capacidad de contactar saludablemente con el mundo. ¿Te animas?
Facilita
Terapeuta: Manuel R. Vásquez. Terapeuta gestáltico, periodista, postgrado en Análisis de Procesos Grupales (E.M.T.G.) y Creatividad; y psicoterapia integrativa (programa SAT). Tienes más detalles aquí.
Contacto: rellena el formulario de la derecha («Inscripciones +»), llama al 669.038.740 o manda un mail a lasilladeperls@gmail.com