¿Es necesario el dinero para vivir? Para muchas cosas, sí. Permite adquirir productos de necesidad básica y facilita una sensación de seguridad y protección ante posibles imprevistos. También es cierto que una economía próspera no garantiza la vivencia de seguridad y confianza, y que necesitamos y podemos encontrar abundancia en otros niveles, al margen del monetario, que también propician una sensación de seguridad.
¿Aumenta en estos tiempos la necesidad de terapia? Sí, sobre todo para personas que afrontan cambios abruptos (desahucios, pérdida de empleo, enfermedades graves, complicaciones económicas, duelos…) y que no disponen de espacios donde encontrar una escucha, un apoyo emocional, una confrontación a los aspectos más neuróticos que se disparan con el miedo y que distorsionan la realidad y la percepción de unx mismx.
Así que en tiempos de crisis hay mucha necesidad de terapia, y a la par muchas personas disponen de menos dinero. ¿Cómo resolver esta situación? Poniendo todxs de nuestra parte.
De partida, la persona que necesita terapia debe hacer un ajuste de prioridades: el «no tengo dinero para hacer terapia» apunta, en ocasiones, más a la pereza (miedo) a empezar a mirar hacia dentro que a una dificultad económica real, y ahí entran opciones como salir a comer/cenar fuera, abanico de actividades a las que se está apuntadx, escapadas, etc. «Lo quiero todo» es comprensible, pero si no hay para todo, entonces queda plantearte si estás dispuestx a realizar algunos sacrificios durante un tiempo, a cambio de conocerte mejor, atravesar asuntos pendientes, desidentificarte de tu neura… y, en definitiva, contar contigo, lo cual suena mucho más fácil de lo que es. Debes aclararte con tus prioridades, y para eso ayuda contactar con la necesidad real de terapia.
Tras este ajuste (o sin él), hay personas que sí pueden afrontar el coste de un proceso terapéutico, y lo inician. Y también hay personas que, en este momento, aun sintiendo la necesidad imperiosa de una terapia, no se pueden permitir cubrir el precio de sesiones que pauta inicialmente cada terapeuta. ¿Qué hacer entonces?
«Es bueno flexibilizar tarifas u ofrecer oportunidades a quien verdaderamente necesita, quiere y puede tomar algo, por ejemplo un trabajo terapéutico de la mano de un terapeuta.» Lo dice Joan Garriga, psicólogo humanista, terapeuta gestáltico e introductor de Bert Hellinger (constelaciones familiares) en España, y con quien he contactado para escribir esta entrada.
La mayoría de terapeutas que conozco cuentan con pacientes con quienes han flexibilizado frecuencia (de semanal a quincenal, o tres sesiones al mes en vez de cuatro), tarifas (reducción del precio), pagos (atrasar el cobro de las sesiones –o parte– hasta una fecha en que lxs clientxs saben que podrán afrontarlo) y también han sugerido el cambio de individual a grupal, formato más económico y muy enriquecedor.
Otra forma de compensar
«El peligro –continúa Garriga– es que si uno no puede devolver, dificilmente toma y valora lo que recibe. Asi que conviene establecer formas de compensación dentro de las posibilidades de cada quien.» Por tanto, es importante que exista la compensación, que lxs pacientes puedan devolver para así valorar lo que reciben. Ahora, ¿debe ser la compensación exclusivamente económica? Para nada, para eso existen los intercambios.
En su último libro, El buen amor en pareja (Ed. Destino), Joan Garria enumera varias reglas para vivir en pareja. Dos de ellas se refieren a los intercambios:
5. TE LO DOY TODO / MEJOR TE DOY LO QUE ME MANTIENE EN EL MISMO RANGO QUE TÚ
La pareja es una relación de igualdad en la que hay que procurar que haya un intercambio de equilibro y justicia para preservar la paridad de rango. Dar mucho puede generar en el otro un sentimiento de deuda y empequeñecerlo. Mejor dar lo que el otro puede devolver de alguna manera, puesto que con el intercambio fértil crece la felicidad.6. DÁMELO TODO / DAME LO QUE TIENES Y ERES Y YO PUEDO COMPENSAR, PARA MANTENERME EN MI DIGNIDAD
Cuando alguien en una relación lo pide todo del otro, debemos sospechar dos cosas: la primera, que esa persona es un niño y la segunda, que esa persona sin duda no va a tomar y apreciar lo que se le da, porque está anclada en un guión de insatisfacción que se nutre de demanda, la cual, aunque sea atendida, no se satisface. Mejor el intercambio positivo y gratificante al negativo e hiriente.(puedes leerlas todas en la página de Joan Garriga en facebook)
La relación terapéutica es distinta a la de pareja, pero las pautas de intercambio que expone Joan sí son extensibles a cualquier relación entre dos personas adultas. «Creo que la vida se sustenta y crece con el intercambio entre el dar y el recibir, el ofrecer y el tomar, y entre adultos conviene que el intercambio tienda a un cierto equilibrio para preservar la adultez y la igualdad de rango de cada quién», comenta por email. «Cada uno da lo que tiene y puede, y cada quién toma lo que necesita, quiere, y puede tomar. Y es importante que ambos preserven su dignidad y se alejen de los juegos de arriba y abajo, o control y dependencia, que a veces se juegan en el intercambio desequilibrado».
Por tanto, intercambios sí, y que éstos sean equilibrados para que en el mismo no se hiera la dignidad de la persona. Es esencial tener en cuenta este aspecto, y por tanto puede proceder abordarlo explícitamente. El planteamiento y formulación de intercambio es, en sí, un ejercicio terapéutico donde lxs pacientes contactan con su necesidad, límites y patrones caracteriales respecto al dar/ofrecer y al recibir/pedir, y en el mismo se mueven aspectos como la honra, el poder y la deuda.
Lo mismo ocurre con lxs terapeutas, que también atienden a su necesidad a la par que contemplan otras vías de enriquecimiento y posibles desequilibros que el intercambio pueda establecer en la relación. La experiencia, en definitiva, permite seguir poniendo conciencia sobre el contacto y la retirada. Que es de lo que trata la terapia gestalt.
Ah, y algo más que cuenta Joan Garriga respecto a los intercambios: con algunas de las personas que acuden a sus trabajos grupales «he aceptado intercambios por clases de inglés , por transcripción de textos de charlas, por sesión de fotos, etc.».
ilustración principal: Aidan Jones
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